Insomnio Tardes insomnes, la cafeína fluye por las venas. Todo es un eterno sueño inconciliable. Nada es, todo se sucede cíclicamente ajeno a la mente sumergida en formol. El tiempo tictaquea insolentemente. Delirio onírico. Delirio hipnótico. La realidad ya no existe, todo es sueño.
Sumido en la fantasía rompes con las reglas: destruyes, violas, matas. Y solo en ese instante la fantasía se vuelve sueño: duermes, duermes profundamente. Te despiertas rodeado por la macabrería; entonces te das cuenta de que la vida no es sueño, es insomnio.
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