Luz y maldad Amanece y la luz distorsiona la ciudad. Ensombreciendo aún más los callejones oscuros de gatos negros. Iluminando grotescamente la pomposidad artifical de la ciudad moribunda.
Y anochece y la ciudad se ilumina de azul. La luna desata la furia humana; el orden y la ley se vuelven efímeros. Violaciones, putas y ladrones: la ciudad muestra su verdadera cara.
Sobre el asfalto negro se derrama la sucia lluvia en su último intento de purificación. Fluctúa la gota silenciosa sobre la inmensidad de los puentes de granito. Lluvia que se funde en lágrimas de la ciudad decadente.
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